Flor de Sal
Pieza única
Una prenda nacida del encuentro entre la precisión del maniquí y la intuición del cuerpo.
Modelada directamente a partir de un lienzo bordado con un crisantemo japonés y una flor de cerezo —bordados en hilo de seda y algodón glacé francés bajo la técnica Luneville—.
Su construcción al bies genera un ajuste sutil, orgánico, casi respirante, mientras el doble organdí de algodón (una capa blanca y otra lavanda) juega con la luz como el alabastro encendido desde adentro.
Cada transparencia es una decisión: proteger, revelar, recordar.
El crisantemo encapsulado se percibe como un suspiro; la flor de cerezo, apenas visible, se devela en el reverso como memoria.
En la espalda, un escote en V y doce botones vintage de latón con ojales en cinta al bies sellan la prenda como un talismán.
Corte zero waste.
Talla XS–S (equivalente a US 0 / UK–EU 2).
Hecha en Guadalajara, México.